Un promedio de 13 mil suspensiones de servicio realiza cada mes la J+, debido principalmente a falta de pago de los usuarios, informó el Lic. Édgar Rivas, Director del Departamento de Medición de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento de Juárez.
Aunque la gran mayoría de suspensiones de servicio se dan por falta de pago, también en algunos casos se recurre a esta medida cuando los ciudadanos desperdician el agua potable. Estas situaciones son denunciadas por los mismos ciudadanos a través del programa Guardianes del Agua, que pertenece al Departamento de Medición y en el que diariamente se reciben en promedio 25 denuncias.
“De las 13 mil suspensiones al mes, aproximadamente el 60% paga el adeudo y se le hace la reconexión del servicio. Sin embargo, el 40% restante se vuelve a conectar de forma ilegal, por lo que se le suspende de nuevo la prestación del servicio en el clásico estire y afloje entre ciudadano y J+”, explica Édgar Rivas.
Señala que aunque la gente se enoja si se les deja sin servicio, muchos usuarios son conscientes del adeudo y por eso acuden a pagar. Vale la pena aclarar que para los usuarios con tarifa residencial o doméstica, se les suspende el servicio cuando acumulan tres meses facturados y sin pagar, pero para los giros comerciales se suspende desde el primer mes sin pagar.
Una vez que el usuario paga el adeudo, se le garantiza que en un periodo no mayor a 24 horas se le reconecta el servicio. Para cumplir con este plazo, el personal trabaja de lunes a viernes de 8 a 18 horas y los sábados de 10 a 12 horas.
Detalla que son los sectores del suroriente y norponiente las zonas de la ciudad donde hay más problemas de suspensiones y reconexiones ilegales.
Debido a la escasez del líquido, actualmente el Departamento de Medición trae la encomienda de cortar el agua potable para riego de parques municipales. “Como no hay un control por parte de Parques y Jardines del Municipio, los vecinos riegan como Dios les da a entender y eso genera mucho desperdicio. Por ejemplo, no sirve de nada el riego al mediodía porque en cuanto cae el agua ya se está evaporando. Es por eso que si se recibe un reporte de que están tirando mucha agua, se procede a la suspensión del servicio”, explica Édgar Rivas.
Agrega que cuando se les suspende este servicio, a los vecinos se les deja una tarjeta del ingeniero Edmundo Urrutia, que es el encargado de Cultura del Agua, para que acudan con él y vean la forma de restablecer su servicio.
Aunque pudiera parecer una labor fácil de realizar, lo cierto es que a veces los empleados de la J+ reciben amenazas de muerte, incluso con pistola en mano, para evitar que suspendan el servicio en aquellas viviendas que acumulan los tres meses de adeudo.
“Es importante que los ciudadanos sepan que la gente que se encarga de las suspensiones, tiene prohibido hacer las reconexiones. Esta separación se hizo con la finalidad de evitar que hubiera cualquier tipo de corrupción. No permitimos que la misma persona haga las dos funciones”, agrega el Licenciado Rivas.
Una problemática creciente en la ciudad es la relacionada con las casas invadidas, pues se trata de personas que no desean pagar sus consumos de agua potable. “Es muy común que cuando se les visita para invitarlos a pagar el adeudo, las personas que habitan en ellas prefieren salirse de esa vivienda e invadir otra para tener el agua en vez de pagar el servicio”, explica.
Sin embargo, en todos estos casos a los ciudadanos se les ofrecen descuentos y ayudas para que se regularicen y tengan el servicio. “Las personas que invaden las viviendas pueden ponerse al corriente, para lo cual se les ofrecen descuentos del 30% hasta el 50%, un enganche de mil pesos y un convenio para pagar el adeudo restante. Lo que no se puede hacer con ellos es poner el recibo a su nombre, porque no es su casa. Así que el recibo sigue saliendo a nombre del dueño, pero sí existen formas de apoyar para seguirles dando el servicio”, detalla el Director de Medición.
Destaca que la principal causa para que se disparen los consumos de agua en las viviendas son las fugas, principalmente en el sapito del sanitario. “Tenemos la idea de que un sapito no te va a consumir agua, pero tenemos estudios que demuestran que duplican o hasta triplican el consumo del agua en una vivienda. Cuando al usuario se le detecta una fuga, se le dan 24 horas de plazo para que la repare, pero si no lo hace en ese tiempo, se le aplica una multa”, detalla.
Una vez que se ha cortado el servicio, la reconexión tiene un costo de 196 pesos, que si no se pagan inmediatamente, se le pueden cargar al usuario en el siguiente recibo.
Con facilidades como estas, la J+ busca brindar un mejor servicio a los juarenses para que dispongan siempre del agua potable.