Abogado y Doctor en Ciencias Sociales
Un grupo de abogados inconformes con la gestión de la titular de la oficina Central de Actuarios, la licenciada Clara Ivette Cavazos Valles, se han quejado de diversas maneras, la última de ellas fue una nota en la columna de opinión del Diario.
(https://diario.mx/opinion/ya-nos-tiene-hasta-la-madre-20221006-1979421.html), lo cual motivo el presente ejercicio de réplica, pues desde mi perspectiva las cosas distan mucho de ser como lo han manifestados los supuestos “afectados”.
Una de las quejas es la tardanza en las gestiones, lo cual ha generado un retraso en los juicios ventilados en juzgados civiles y familiares. Pero no hay evidencia alguna para confirmar dicha afirmación, y desde ahí ya están fallando como abogados, pues como versa aquel adagio legal: “el que afirma está obligado a probar”.
En mi opinión, el trasfondo de la inconformidad no es en si el retraso de los trámites judiciales, son ciertas prácticas muy presente en la más rancia capa de abogados y como veo heredada a nuevas generaciones. Esas prácticas se sustentan en el prejuicio, la misoginia e intereses particulares.
Desde su nombramiento “la Cavazos”, ha sido objeto de críticas por este reducido grupo de abogados, los cuales sin fundamento alguno sostiene que no tiene el perfil para dicho puesto. Si partimos del supuesto donde todos tenemos derecho a oportunidades de ascenso y el beneficio de la duda, en dicho supuesto se encuentra la hoy titular.
Por otro lado, los inconformes no han presentado evidencia alguna para demeritar ni su nombramiento ni su gestión.
Otra practica presente en este grupo de abogados es la misoginia, al parecer para ellos por ser mujer no está apta para el puesto. Mas aun, las especulaciones por su ascenso se tiñen de las críticas más deleznables, sobre todo cuando se trata del éxito de una mujer, basta revisar los grupos en redes sociales de estos abogados, es ahí donde pululan estos comentarios misóginos.
Lo expuesto me lleva abrir una interrogante, ¿Podemos considerar al grupo de inconformes como una muestra representativa del gremio de abogados?, mi respuesta es NO, y habrá muchos que me secunden.
Los inconformes son una minoría, al parecer privilegiados con prebendas y beneficios por un sistema judicial ya en desuso, reacios al cambio y buscando a toda costa mantener el estado de cosas, es decir velan por sus intereses y no los del gremio.
Ahora bien, abro otra interrogante: ¿Existe alguna propuesta por parte de los abogados inconformes, para mejorar las fallas del sistema judicial?, mi respuesta es contundente, NO.
Estos inconformes deberían voltear a ver cómo funcionan oficinas similares en otros estados, pongo de ejemplo la de Nuevo León, donde las gestiones se hacen en línea y no es necesario la presencia del abogado para diligenciar la mayoría de los casos, un sistema donde los actuarios despachan cierto número de expedientes por turno y cuentan con vehículos oficiales para ello.
Si la propuesta de los inconformes, se sustentara en una reingeniería institucional, sin duda apoyaría su propuesta, pero al ser algo impulsado desde los prejuicios y la misoginia, es algo en lo que no estoy de acuerdo y no apoyo.
A lo que concluyo: ante la falta de evidencia para demostrar que la oficina de actuarios es “infuncional”, así como de propuestas para mejorar el funcionamiento de dicha oficina, el único objetivo de los “afectados” es remover a la hoy titular y su lugar lo ocupe una persona muy Ad hoc a sus intereses.