La JMAS Juárez a través del departamento Comunicación Social exhorta a la ciudadanía a no desechar en el desagüe las grasas utilizadas para la cocción de alimentos, pues provocan grandes daños en la infraestructura hidráulica.
Aunado a ello, también se contamina el drenaje sanitario y las aguas subterráneas, lo óptimo es verter las grasas en un recipiente con tapa y limpiar con una toalla de papel los residuos del recipiente en el que se cocinó, el deshacerse de ellas ocultándolas en la tierra o en el contenedor de la basura es malo para el medio ambiente y por ello se puede hacer acreedor a una multa.
El primer efecto negativo se ve en las tuberías, pues al solidificarse las grasas se convierten en un “tapón” que impide el flujo del agua ya sea de las tomas domésticas o bien en los colectores, provocando los brotes residuales.