Ciudad Juárez. – Estoy casi seguro que la mayoría, si no es que todos los juarenses, hemos visto en plena “Curva de San Lorenzo” el edificio Gardié, una caprichosa obra arquitectónica que no pasa desapercibida para nadie.
Bien, pues este fue un restaurante bar que abrió sus puertas en 1991 y en su tiempo fue uno de los lugares más lujosos de nuestra frontera, visitado incluso por “El César del boxeo”, el buen Julio César Chávez.
El Gardié, propiedad de los hermanos empresarios juarenses Jesús y Justo García Diéguez, (de ahí el nombre Gardié) fue diseñado por los ingenieros Ricardo González, Raúl Simental y Francisco Castaño, contando con 5 medios niveles entre los que se encontraban una oficina en lo más alto, un elevador panorámico y escaleras de emergencia, además de tener un espacio subterráneo para mantenimiento, cisterna de agua y su refrigeración.
Tenía aforo para unas 350 personas y servían comida francesa teniendo un chef exclusivo de aquel país.
Sin embargo, pese al revuelo que causó en aquellos años y la gran popularidad que gozaba, contradictoriamente lo que lo hizo atractivo para la gente, fue lo que causó su cierre: su fachada de cristal, pues causaba dificultades extremas con respecto a la temperatura interior, con variaciones severas de calor y frío que resultaban difíciles de controlar, así que el alto costo de mantener las condiciones climáticas adecuadas fue una de las razones principales detrás de la decisión de abandonar el lugar por completo.